A lo largo de mi vida tuve muchas experiencias, algunas hermosas, otras mas hermosas y otras no tanto, pero sin ningun tipo de dudas, una de las mejores etapas de mi vida, fue la que vivi entre mis 7 y mis 17 años en el Coro Nacional de Niños. Y ahora, el tiempo me permite reencontrarme con esos ex compañeros que fueron en muchas circunstancias quienes marcaron muchas de mis acciones y actitudes posteriores de vida.
Para ellos, esta foto, que recuerda un poco esa etapa increible...
sábado, 27 de septiembre de 2008
martes, 9 de septiembre de 2008
NENUFAR, EN EL LAGO DE MANAGUA, NICARAGUA. Foto Patricia Diaz
La Rana Y El Príncipe
Joan Manuel Serrat
Él era un auténtico príncipe azul más estirado y puesto que un maniquí,
que habitaba un palacio como el de Sissí y salía en las revistas del corazón,
que cuando tomaba dos copas de más la emprendía a romper maleficios a besos.
Más de una vez, con anterioridad, tuvo Su Alteza problemas por eso.
Un reflejo que a la luna se le escapó, en la palma de un nenúfar la descubrió; y como en él era frecuente, inmediatamente la reconoció.
Ella era una auténtica rana común que vivía ignorante de tal redentor, cazando al vuelo insectos de su alrededor sin importarle un rábano el porvenir.
Escuchaba absorta a un macho croar con la sangre alterada por la primavera, cuando a traición aquel monstruoso animal en un descuido la hizo prisionera.
A la luz de las estrellas le acarició tiernamente la papada y la besó.
Pero salió rana la rana y Su Alteza en rana se convirtió.
Con el agua a la altura de la nariz descubrió horrorizado que para una vez que ocurren esas cosas, funcionó al revés; y desde entonces sólo hace que brincar y brincar.
Es difícil su reinserción social. No se adapta a la vida de los batracios y la servidumbre, como es natural, no le permite la entrada en palacio. Y en el jardín frondoso de sus papás, hoy hay un príncipe menos y una rana más.
Super heroes ? o super tontines?
El otro dia, conversando con un amigo, me di cuenta, de la incoherencia de los super heroes…
Veamos…
1. Superman no es tan inteligente… se pone los calzoncillos sobre los pantalones… perooooo eso lo hacen TODOS LOS SUPER HEROES QUE USAN CALZONCILLOS ¡!!.... el resto, imagino que no usa !., sino fijense en Batman, Robin, y casi todos los superhéroes. Que Daredevil lo haga, esta bien, al final, el tipo es ciego, y no tiene porque saber que se está poniendo los calzoncillos encima de la ropa, y que le queda mal…, pero el resto?, piensen que Batman, además de millonario, se supone que es un científico !!.
2. Viendo el otro día a los 4 fantásticos, me di cuenta que esos chicos no van al baño !, fíjense que para poder sacarse sus trajes, deben necesitar ayuda extra, en vista que son enterizos y no tienen ningún tipo de cierre ¡!!... ahora entiendo porque ella se pone invisible, al menos no la ven cuando se hace pis encima!!!! Ni hablar de Linterna verde y otros …
3. La mujer maravilla usa un avión invisible (también usa los calzones por encima de la ropa), pero ella NO ES INVISIBLE, en conclusión, la mujer maravilla es una exhibicionista consuetudinaria, porque le gusta que le miren la cola mientras vuela por los cielos de Estados Unidos… “ es un avión?, es un pájaro? Nooo es un culooo volando ¡!! …. Aaaah, es la mujer maravilla ¡!!”
Buscando en Internet un poco mas sobre este tema, pude descubrir que alguien, con un ingenio increible, ha dibujado a nuestros superhéroes en el día de hoy, les entrego los dibujos de Donald Soffritti, un tipo con mucho ingenio…
http://donaldsoffritti.blogspot.com/search?q=decadence
Bueno… esta contribución solo tiene el interes de reirnos un rato…
Saludos !!!
martes, 2 de septiembre de 2008
Una mujer INCREIBLE, hace muchos años, escribio estas redondillas, ahora bien, en los tiempos que corren las re-leo y no puedo creer la vigencia increible que aún en estos tiempos tienen... por favor... disfruten de Sor Juana Ines de la Cruz
REDONDILLAS
Hombres necios que acusáis
a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.
Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis
para prentendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
Opinión, ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.
Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.
¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende?,
¿si la que es ingrata ofende,
y la que es fácil enfada?
Mas, entre el enfado y la pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?
¿O cuál es de más culpar,
aunque cualquiera mal haga;
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
¿Pues, para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.
Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
Sor Juana Inés de la Cruz
REDONDILLAS
Hombres necios que acusáis
a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.
Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis
para prentendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
Opinión, ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.
Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.
¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende?,
¿si la que es ingrata ofende,
y la que es fácil enfada?
Mas, entre el enfado y la pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?
¿O cuál es de más culpar,
aunque cualquiera mal haga;
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
¿Pues, para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.
Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
Sor Juana Inés de la Cruz
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